También os dejo EL JUEGO DEL SILENCIO:
Vamos a cerrar los ojos durante 30 segundos y a escuchar lo que suena en nuestro entorno, mientras tratamos de estar en silencio absoluto. Si al niño le cuesta mantener la calma durante estos instantes, nos podemos ayudar de un reloj de arena, en el que se pueda ir fijando. Después nos dirá qué es lo que ha escuchado mientras estaba en silencio y también cómo se ha sentido.
Este juego es muy positivo, no solo para desarrollar la capacidad de escucha, sino también para favorecer la relajación, la concentración y el autocontrol. ¡Os animo a que lo intentéis!
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